Cantabria se prepara para celebrar los 500 años de la oficialización de la Peregrinación al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, uno de los cuatro puntos de peregrinación mundial, junto con Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela, situado en el corazón de los Picos de Europa, en Liébana, a escasos 100 kilómetros de Santander.
Para celebrar la Bula Papal otorgada por el Papa Julio II en 1512, se preparan este año toda una sucesión de actos y actividades de toda índole que tendrán lugar desde el 15 de abril al 14 de septiembre. Conciertos, conferencias, marchas, exposiciones y demás serán el marco perfecto para un declarado “Acontecimiento de Excepcional Interés Público”, convirtiendo a Liébana, una vez más, en visita obligada tanto para residentes como para turistas de la comunidad cantabra.
Nuestra Bula, ¿Qué dice la Bula Lebaniega?
En este caso es el documento expedido por el Papa Julio II donde comunica su orden y deseo de conceder al Monasterio de Santo Toribio de Liébana ese carácter jubilar que permita la redención de los pecados cualesquiera que estos fueren o portaren los visitantes y peregrinos en sus conciencias.
Concede pues la celebración de un Año Santo Jubilar al Monasterio de Santo Toribio de Liébana los años en que la Festividad de Santo Toribio caiga en domingo, para ese día y los 7 siguientes. Sólo 8 días de ese año. Un año más tarde, en 1513, tras la muerte de Julio II, es el Papa León X quien la ratifica con otra Bula. Y en 1515, León X, nuevamente, la vuelve a ratificar
Posteriormente, el papa Pablo VI, en bula concedida el año de 1967, amplía el viejo privilegio del jubileo semanal a todos los días del año comprendidos desde el 16 de abril que coincida en domingo hasta el mismo día del año siguiente.
¿Por qué se expide una Bula Papal para el monasterio lebaniego y por ende cántabro?
En 1507 había corrientes dentro y fuera de la Iglesia de otras diócesis que negaban la autenticidad de esa condición de punto de peregrinaje. Había, sin duda, gran fluir de gentes que llegaban a visitar las reliquias de Santo Toribio y adorar el Lignum Crucis. Una peregrinación que esas autoridades eclesiásticas y algunos grupúsculos de legos no reconocían como oportuna, no la aprobaban o veían bien.
El Año Santo Jubilar Lebaniego, 5 años para el próximo.
El pasado Año Santo Jubilar Lebaniego tuvo lugar en 2006 y está contabilizado en los anales eclesiásticos como el septuagésimo segundo. Habrá que esperar hasta el año 2017 para celebrar el que será el número 73. Momento en que volverá a abrirse la Puerta del Perdón del cenobio.
Más allá de cualquier otra interpretación, la intención última de la celebración de este año la “Conmemoración Jubilar Lebaniega” o 5º Centenario de la Bula Papal es la de recuperar para todos un valor cultural de enorme trascendencia (aunque a veces injustamente olvidado) que debe situar a Cantabria en el plano de igualdad que le corresponde junto al resto de acontecimientos del mismo nivel que se celebran en el mundo. Y cabe recordar en este sentido, que la condición de Lugar Santo de la Cristiandad es un rango únicamente compartido por Santo Toribio con Santiago, Roma y Jerusalén.
Se pretende así hacer una llamada de atención a la sociedad actual, por medio de una gran cantidad de elementos atractivos que concitan espiritualidad, cultura, participación, deporte, intercambio internacional, turismo, naturaleza, gastronomía, etc.
El evento de este año “Conmemoración Jubilar Lebaniega” denominado “Acontecimiento de Excepcional Interés Público” amerita el esfuerzo a realizar para su puesta en valor, y nos obliga a mantener la continuidad del empeño en la planificación de las futuras políticas culturales y turísticas de nuestra Comunidad.
De este modo, cada cierre simbólico de la Puerta Santa no debe suponer el cierre de las puertas de la actividad hasta el siguiente Año Santo, sino que muy al contrario, significará el inicio del trabajo en nuevos proyectos que consigan mejorar resultados anteriores y aumentar la resonancia del evento en futuras convocatorias.
De igual forma, tampoco ha de suponer para Liébana el cierre de las puertas de la acogida, sino que añadiendo este renovado valor a sus ya numerosos recursos, deberá mantenerlas constantemente abiertas para todo aquel que desee conocer esta región disfrutando del legado, el patrimonio y los valores que convierten a esta comarca de Cantabria en nuestra “Tierra de Júbilo”.
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